La cirugía de la Nariz (RINOPLASTIA) es la cirugía que tiene como objeto corregir la forma o el tamaño de la nariz. Es la más frecuente de las intervenciones de cirugía estética y aunque no lo parezca, es la más compleja desde el punto de vista técnico.
CANDIDATO
Los candidatos para la cirugía de la Nariz (RINOPLASTIA) son aquellos hombres o mujeres a partir de dieciocho años que desean mejorar la armonía de su cara, modificando la forma o tamaño de su nariz, o bien aquellos que sufren algún tipo de traumatismo nasal o problemas respiratorios. Hoy en día la rinoplastia se centra en un doble resultado estético y funcional. Es necesario una buena apariencia pero también que funcione perfectamente.
PREOPERATORIO
En la primera visita, el cirujano lleva a cabo una exploración de la estructura cutánea, ósea y cartilaginosa de la pirámide nasal y asimismo, y muy importante, la funcionalidad de la misma (como respira).
Conocerá las necesidades del paciente, sus preocupaciones, sus expectativas y le asesorará sobre la técnica más adecuada a aplicar, así como de los resultados que puede obtener.
TÉCNICA QUIRÚRGICA
La cirugía se realiza en un quirófano, generalmente con anestesia general o con anestesia local más sedación.
Una intervención de rinoplastia suele durar entre una 1h y 2h.
El procedimiento consiste en efectuar una incisión para separar la piel del esqueleto ósteo-cartilaginoso (hueso y cartílago) y a continuación llevar a cabo la remodelación oportuna. En la mayoría de las intervenciones, la incisión se realiza por dentro de las fosas nasales (rinoplastia cerrada), cortando la mucosa a unos milímetros del borde de los orificios.
En algunas ocasiones, en función de la complejidad de la intervención, la incisión se desarrolla por fuera de las fosas nasales (rinoplastia abierta), a través de un pequeño corte en la columnela, que es la pequeña columna que separa los dos orificios nasales. Esta zona cicatriza muy bien y lo habitual es que pasadas varias semanas sea prácticamente imperceptible.
Existen básicamente tres zonas a tratar, que variarán en función de las necesidades de cada paciente: el caballete nasal, que se puede reducir, aumentar o estrechar; la remodelación de la punta nasal (cartílagos alares), que dará la oportuna proyección de la punta nasal y que es un factor clave en la definición estética de la nariz; y la corrección del tabique nasal, para mejorar la funcionalidad respiratoria, y además, actualmente para obtener un cartílago, que gracias a las técnicas modernas puede ser utilizado como injerto para dar una nueva infraestructura al dorso y punta nasal con una imagen totalmente natural.
POSTOPERATORIO
El paciente saldrá del quirófano con una pequeña férula de plástico y un taponamiento que durará entre dos y cuatro días.
Se tratará con la medicación postoperatoria adecuada, para paliar el posible dolor, molestias, hinchazón, etc, y a partir de la primera semana o máximo diez días, se le retirará la férula nasal. Los edemas o los restos de equimosis se irán controlando en las semanas y meses siguientes, pero la incorporación al trabajo es relativamente rápida, aproximadamente de 1 a 2 semanas.
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