El botox o toxina botulínica ha sido utilizada durante más de 25 años inicialmente con fines terapéuticos y luego en el ámbito de la cirugía plástica y estética.
El botox se ha convertido en el tratamiento médico cosmético más popular. La toxina botulínica es una proteína purificada que tiene la propiedad de relajar los músculos faciales y atenuar las líneas y arrugas de expresión, pero manteniendo los movimientos naturales y devolviendo al rostro su juventud, serenidad y armonía.
CANDIDATO
Los candidatos para el Botox pueden ser mujeres y hombres jóvenes que presentan las primeras arrugas de expresión y personas de más edad, como complemento de la cirugía o bien si se combina con otros tratamientos, como los productos de relleno y la biorrevitalización. Si lo desea puede ponerse en contacto con nuestro equipo médico para aclarar sus dudas sobre cuál puede ser el tratamiento complementario que mejor se adapta a su tipo de piel.
TÉCNICA
La técnica consiste en infiltrar con una aguja muy fina pequeñas cantidades de Botox en las líneas de expresión del entrecejo, frente o región periocular (patas de gallo). El Botox es un tratamiento que no precisa anestesia local y dura 20 minutos aproximadamente. Además, el paciente puede volver a su ritmo de vida habitual de forma inmediata. El efecto rejuvenecedor empieza a los 3-4 días y persiste durante aproximadamente de 6 a 8 meses, tras los cuales puede repetirse el tratamiento.
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